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Y tampoco se me ocurre nada nuevo que comentar, así que sin más, aprovecho para felicitar estas fiestas a todos los que de alguna forma u otra hayáis venido a parar a esta entrada :D
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Nos vemos en 2010!
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Adamas
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También fue bueno conocer a los demás asistentes de la conferencia. Había muchos estudiantes, y de todas partes de Europa. También unos pocos de Japón e India. Las charlas en sí resultaron no ser muy didácticas. La mayoría de los científicos se ponían a hablar de su trabajo y de sus últimos resultados... cuando se suponía que iba a consistir en cursos dirigidos a los estudiantes como yo. Todo el mundo coincidía en lo mismo.
Pero bueno, a quién le importan las charlas. Los estudiantes nos reuníamos a la hora de comer (allí donde las conferencias) y a la de cenar. Así tuve ocasión de probar la comida griega, que está buenísima!
Excepto el yogur griego... lo probé, el auténtico... y está muy malo! No es dulce! O sea, la textura muy bien, pero no le echan azúcar como nosotros. Estos griegos están zumbados.
Por cierto, pude comprobar la veracidad de una leyenda que había oído acerca de los griegos y el cuarto de baño. La leyenda dice que en Grecia no tiran el papel higiénico al váter, sino que después de limpiarse lo echan en un cubo de basura que hay al lado del retrete. Si me lo preguntáis, a mí también me parece una guarrería. Pero es ciertooo, se lo he visto hacer!! Bueno, no, claro que no lo he visto hacer directamente, pero allá donde iba me topaba con el susodicho cubo y señales como ésta:
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Tienen una "excusa" estos griegos. Dicen que no es que sean guarros, sino que las tuberías de las casas griegas son muy pequeñas y no cabe el papel. Que se atascan, dicen. Claro, claro... Pero luego estás ahí y piensas: "Un momento... si no cabe el papel, ¿cómo van a caber mis...?"
En fin, dejémoslo.
Una vez acabado el congreso, tuve ocasión de visitar algunos lugares interesantes de la isla. Como Sarakiniko, un lugar con unas formaciones geológicas muy curiosas. Como sacadas de una peli de Tim Burton. También decían que parecía un paisaje lunar:
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"Hasta el mismísimo calor de la sangre arrebata"
Aparte de Adamas, fuimos a visitar otros pueblos de la isla: Plaka, Tripití y Klima. En Tripití están las únicas ruinas antiguas de la isla: Un teatro antiguo, el templo donde encontraron la Venus; y las catacumbas de Milo, que son famosas por ser las segundas más grandes de toda Europa (después de las de Roma). Datan de la era cristiana, son unos pasadizos llenos de tumbas. Para el público sólo una pequeña parte estaba abierta.
Klima fue lo más curioso que vi en la isla, era un pueblo que estaba al lado del mar. Pero cuando digo al lado, es que estaba al lado:
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El Partenón.
Como se ve en la foto, hay andamios y gruas en el interior. Se debe a que durante el siglo XVII, los turcos lo usaron como polvorín, hubo una explosión y fue parcialmente destruído. Ahora están intentando reconstruir lo que puedan.
Aparte de la Acrópolis, hay muchas más antigüedades en Atenas, muy interesantes y bonitas. Y que la mayoría de turistas no se molestan en visitar, así que casi pude estar yo solo paseando tranquilamente. Yo me hice el tour casi completo. Os pongo la lista para no aburriros:
- El templo de Zeus
- El teatro de Dioniso
- El odeón de Herodes Ático
- El ágora romana
- El ágora antigua
- El Cerámico
- El Pnyx
- La colina de las ninfas
- La colina de las musas
- El valle del Iliso
Estuve todos los días de aquí para allá para que me diera tiempo a visitar cuantos sitios pudiera. Todos me gustaron mucho. No sé, me emocina caminar entre los restos de civilizaciones antiguas, de tiempos remotos y legendarios. Atenas es especialmente disfrutada por alguien a quien le atraiga la Historia.
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Una cosa curiosa es que en ese último, en las ruinas del valle del Iliso (que cae cerca del templo de Zeus), los troncos de los árboles estaban llenos de arañas! Unas arañas amarillas muy raras... Fue como una pesadilla cuando vi que estaba rodeado, y salí corriendo como un tonto. Todavía me pregunto de dónde habrían salido tantas arañas...
Pero bueno, Atenas no tiene cosas antiguas solamente. También merecen una visita el Jardín Nacional, que es un parque precioso; y el puerto de El Pireo, y el monte Licabeto, desde donde se puede ver lo extensa que es la ciudad de Atenas.
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Tuve la ocasión de ir también a algunos museos: El museo arqueológico nacional y el museo de la Acrópolis. El primero está muy bien, es el museo más grande de Grecia y tiene muchas cosas. Tantas que no pude verlo entero. Me gustó especialmente una estatua de Atenea echa de oro y marfil. Que es una réplica a pequeña escala (1 metro de alta) hecha en el siglo II de la que antiguamente acogía el Partenón. Sólo que aquella, que hace tiempo se perdió, debía de ser impresionante: medía 12 metros de alto y tenía más de 1000 kg de oro. Vamos, que no reparaban en gastos. De hecho, el propósito del Partenón, aparte de ser un templo consagrado a Atenea, era acoger esta estatua.
El museo de la Acrópolis se terminó de construir en julio de este año, así que casi lo estreno. Es un edificio moderno, muy bien diseñado. Básicamente allí han metido todas las cosas de la Acrópolis que no quieren que se estropeen por estar a la intemperie. Y lo mejor del museo, aparte de que mola bastante, es que cuesta sólo 1€.
Pero eso sí, en cuanto sales de estos sitios para volver al hotel y bajas a la Atenas corriente, es una puta mierda. Como ciudad no vale para nada.Y el metro es acorde con la ciudad, muy viejo y ruinoso. Vamos, como el de Barcelona. Pero lo curioso es que en Atenas todo el mundo se cuela!! (Todavía más que en Barcelona, sí). Porque funciona de forma que compras un ticket pero luego no haces nada con él... simplemente subes al tren. Así que nada, metro gratis. Salvo los turistas idiotas que compran el billete.
Y... también tuve tiempo para salir de Atenas un día e ir a ver algunos lugares en otros pueblos de Grecia. Pasé por el canal de Corinto:
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Y estuve en la Acrópolis de Micenas, donde en su día tuvo su palacio el rey Agamenón:
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Y también en el antiguo teatro de Epidauro, famoso por su perfecto estado de conservación y por su acústica: Los antiguos lo diseñaron de tal manera que se desde los asientos más elevados se puede oir hablar a una persona en el escenario (sin necesidad de micrófonos). ¡Lo comprobé yo mismo!
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Y... bien, pues eso es todo. Un viaje bien aprovechado, no?
Lo que no fue en la Diagonal, sino en la Gran Vía, por la que transito menos a menudo pero que presenta el mismo problema. Simplemente iba yo en bici, cruzando un semáforo en verde, cuando viene un Volkswagen Touareg y me embiste.
Suerte que el coche iba frenando para colocarse ahí todo cómodo (ese truco que ya expliqué en la otra entrada), pero aún así la hostia ha sido buena. Y menos mal que tengo la cabeza dura :)
También hay que decir que el que el capullo que me atropelló, por lo menos no escapó, sino que se quedó a llamar a una ambulancia y dar sus datos del seguro. Algo es algo.
Representación artística del profesor malvado
Después me contaron que su nombre es Xavier Viñas, que da clase de Física Nuclear en 4º curso, y que es el más odiado de todos los profesores de la carrera. Vamos, el equivalente a nuestro Goñi de la UPV, sólo que en Barcelona. Es lamentable que haya profesores así, y que lleven tantos años sin que nadie les dé una patada en el culo.
Pero bueno, aparte de eso, estoy satisfecho con el trabajo que hice. Y ahora, a disfrutar de las vacaciones!
Que no está cruzando, qué va. Está parado en medio del paso de cebra. En la foto es un coche normal, pero la mayoría de veces suelen ser taxis (que parece que siguen sus propias normas de tráfico).
El tema es que la calle tiene 4 carriles por el medio, y además uno a cada lado, separados de los del medio por carriles-bici. Para pasar de uno a otro están estos pasos regulados por semáforo. No sé cuál será el problema, digo yo que deberían tener un espacio donde esperar hasta que se ponga verde... Pero como no lo tienen, invaden el paso y los ciclistas tenemos que hacer virguerías para esquivarles.
Y lo peor son algunas veces que he ido todo lanzado, habiendo visto el verde desde lejos, y de repente aparece un capullo en medio... y a ver cómo frenas. He estado a punto de pegármela algunas veces, y un compañero de clase me contó que él se comió un taxi una vez.
Tendré que tener cuidado ahí fuera...