sábado, 19 de octubre de 2013

Ciencia y democracia

Hoy vamos con una entrada sobre un tema relacionado con la ciencia, su papel de la sociedad, etc... y una cuestión que me suele rondar la cabeza a menudo.

Entre las numerosas críticas (merecidas) que recibe el gobierno de España actualmente, hay una que se oye de forma recurrente entre mis compañeros de doctorado y postdoc, aunque probablemente no se oiga tanto entre el resto de la población: Los recortes en ciencia.


El motivo de los recortes es muy simple, tanto que estos teleñecos
cantarines os lo explicaran:


 
Ahora bien, me gustaría aclarar que esta no es una tendencia exclusiva de nuestro gobierno, sino una muestra más de su capacidad de copiar las cosas negativas del resto de gobiernos y acrecentar sus efectos. En España (y en Grecia!) la situación es peor, sí, pero la escasez de financiación científica es un problema a nivel mundial.

Asimismo, ocurre en casi todos los campos científicos (siendo la excepción aquellos proyectos que tengan aplicaciones militares). Pero, al igual que la magnitud del problema depende de qué país estemos considerando, también depende de de qué campo en particular estamos hablando. Dado que mi trabajo entra dentro de la física teórica de altas energías, me voy a centrar en este campo en particular. Además, es interesante porque es uno de los más afectados por la sequía financiera. Y a diferencia de otros campos, es difícil justificar porque se debería financiar con dinero público. Por ejemplo, la investigación médica tiene aplicaciones beneficiosas para la Sociedad, es evidente (y aun así andan escasos de dinero, pero ese es otro tema). En el siguiente nivel, el desarrollo de materiales como el grafeno probablemente dará lugar a aplicaciones tecnológicas. Y si consideramos cosas como la investigación en átomos ultrafríos, todavía se pueden defender aplicaciones.

Pero mi campo de investigación no tiene aplicaciones, a excepción de cosas que suenan a Star Trek y probablemente no se hagan realidad en los próximos siglos. O "efectos secundarios", como la creación de internet (que tuvo lugar en el CERN) y las tecnologías que se han desarrollado para construir colisionadores de partículas. En cualquier caso, estos no son los motivos que impulsan los estudios que se realizan - el único objetivo es descubrir cómo funciona el Universo.




"...para llegar con audacia a donde ningún hombre ha llegado anteriormente"

No me cabe ninguna duda de que este objetivo es considerado algo irrelevante para la gran mayoría de la humanidad. Exento de todo interés, insignificante, ridículo. Achacaría el desinterés a que trata de cosas tan abstractas o alejadas de la vida de las personas que para ellos no viene a cuento de nada.

A esto se suma la posición de muchos científicos (no sabría decir si son mayoría, pero su voz se oye, sin duda) al referirse a este campo de investigación, cuando sacan a la palestra el famoso método científico y preguntan: si estudias cosas que ocurren a energías tan elevadas, ¿cómo vas a poner a prueba tus resultados? Porque la investigación actual no es como lo del Higgs - para poner a prueba las teorías que se manejan hoy en día haría falta un LHC más grande que la Tierra. Si no puede demostrarse, dicen, no es ciencia y por tanto es irrelevante.
Claro que esta crítica no va dirigida a las teorías específicas que son estudiadas, sino a cualquier teoría que trate el Universo a esa escala de energías. Según este punto de vista, deberíamos aceptar que eso no debe estudiarse, como si fuera uno de los "here be dragons" de los mapas antiguos.


"Circulen, aquí no hay nada que ver..."

Aquellos que defienden esta última postura no entienden - o no se creen - que aun así los posibles modelos matemáticos pueden ser estudiados y se puede tener una cierta seguridad de por donde está el camino correcto a seguir. Pero volvamos al punto anterior, al ciudadano medio, a los que forman el 99%.

En este caso, al no tener una avanzada formación en los conocimientos requeridos, literalmente no pueden entender de qué se les habla, a menos que se usen análogos simplificados (como éste!
), que son muy bonitos pero limitados a la vez. En consecuencia, se requiere un cierto nivel de fe en el interlocutor. Me puedo identificar con ello. Por ejemplo, yo mismo no tengo formación en biología, y me creo los descubrimientos sobre nuestro código genético porque tengo fe en que la gente involucrada está haciendo bien su trabajo.

Pero claro, no le puedes exigir a la gente que tenga fe en ti. Las teorías de partículas o de gravedad pueden parecer una compilación de conceptos extraños que quizá lleven décadas estando equivocadas. Nosotros, los físicos, no podemos hacer que el resto del mundo vea la certeza que hay en ellas. Ni tampoco la excelsa creatividad que subyace, que ha sido aportada por grandes genios en el pasado para que lleguemos a saber lo que sabemos ahora. No hay manera de transmitir nada de esto.

Lo cual lleva al título de esta entrada. En un mundo democrático, deberíamos dejar que la gente decida. En particular, que sean ellos quienes decidan si merece la pena invertir el dinero en la investigación del Universo. Y cada voto debería contar tanto como los demás.
Yo, aquí, puedo afirmar que la investigación científica es algo de suma importancia y que se debería invertir en ello 10 veces más de lo que se invierte ahora. Pero eso es mi opinión. No puedo imponérsela a los demás, solo puedo intentar convencerles, y es bien posible que nunca llegue a conseguirlo.



 "Sí, bueno, en fin, eso es... lo que tú opinas, tío"

Ahora, démonos cuenta de una cosa: al decir todo esto estoy aceptando como un axioma que la democracia es el sistema social correcto. Una alternativa sería pensar que a la hora de decidir cuánto dinero se ha de gastar en ciencia, los votos de aquellas personas que tengan una formación intelectual más elevada deberían contar más, que se debería hacer una especie de media ponderada. El paso siguiente es decir que la mayoría de la gente es demasiado estúpida para tomar decisiones importantes, y que eso debería hacerlo alguien más sabio que ellos.

Pero claro, ¿esto no suena como una dictadura? Las guerras que trajeron el horror a medio mundo en el siglo XX hicieron que la humanidad se jurase a si misma que algo así no puede volver a pasar. Que la democracia es el sistema justo de gobierno, y que hay que aceptarlo hasta sus últimas consecuencias.

Concluyo con una reflexión final, no exenta de cierta polémica: ¿Merece la pena un sistema democrático si a consecuencia de ello el progreso científico va a ser obstaculizado; o se debería obligar a la gente a financiar este progreso, aunque sea contra su voluntad?


Yo mismo no soy capaz de decidirme por una u otra opción. En principio defendería la segunda, pero hay que tener en cuenta que eso funciona como una excepción, lo que da pie a crear precedentes exportables a otros temas sociales en los que un gobierno dictatorial hace peligrar la estabilidad del sistema.

¿Qué opinas tú?

sábado, 5 de octubre de 2013

Primeras impresiones de Grecia

Hace más de un mes que vine a vivir a Heraclión, ciudad de 133.000 habitantes en la isla de Creta, perteneciente a la nación griega. Difícilmente habría imaginado que Grecia iba a ser el país que me acogería como investigador después de acabar el doctorado, pero así es la vida, imprevisible. De todas formas, he de añadir que esto es algo temporal solamente, forma parte del ritual de los postdocs, con el que todo científico está familiarizado, pero esto último no es de lo que quiero hablar ahora.

Localización de Creta

Para empezar, las preguntas que me han hecho repetidamente: ¿cómo que es que has ido a un país en tan mala situación económica? Y encima, ¿a una isla?
La primera pregunta es legítima. Sin financiación, no se puede contratar a gente, y probablemente la crisis económica ha tenido este efecto sobre la mayoría de universidades y centros de investigación griegos. El lugar en el que estoy es una excepción, ya que recientemente se le concedió una subvención del consejo europeo, ERC. Así han conseguido mantenerse a flote por encima de la crisis. Dentro de mi campo, es el único centro de Grecia donde podrían haberme contratado. Esto es lo que hacía improbable que acabase aquí, ya que, por ejemplo, en Alemania hay muchos más centros/universidades con financiación. En términos estadísticos, fue una casualidad. Por su parte, no tengo ni idea de porque aquí me aceptaron y en otros sitios no. Por mi parte, solo considere motivos profesionales para venir.
Respecto a la segunda pregunta, resulta que Creta es la región griega con mayor avance científico. Como ha llegado a serlo, no lo sé. Pero por ejemplo, su centro de nanotecnología es el instituto científico más importante del país.

Otra pregunta frecuente es ¿y se nota la crisis? - A primera vista, no. En Barcelona me encontraba a más gente pidiendo dinero en la calle que aquí. No parece que haya inmigración, ni delincuencia... Seguramente en Atenas y alrededores sea donde se concentran este tipo de cosas.
Pero es en los detalles donde se notan cosas raras, además de un atisbo de porque Grecia ha sido el país mas tocado de Europa por la recesión...

Palacio de Cnosos, cerca de Heraclión.

Se dice que viajar te abre nuevas perspectivas. Yo añadiría que quizá el descubrimiento más importante que hace una persona al viajar por el mundo es que existen nuevas perspectivas. Es decir, darte cuenta de que tu país tiene una cultura con sus peculiaridades y curiosidades, al igual que todas las demás. Y que algunas de estas peculiaridades formaban parte de lo que considerabas "normal". Esto es de lo primero que pasa, después vas descubriendo que existen "ordenes de magnitud" (es como aquello de que una montaña puede ser enorme comparada con un castillo de arena, pero la Luna es muchísimo mas enorme aun).

Así pues, en Grecia he observado que se considera normal:
- evadir impuestos y no declarar a hacienda que estas alquilando una casa.
- ir en persona al banco a pagar todas tus facturas en efectivo.
- no llevar casco cuando vas en moto, incluso en autopista.
- que el transporte público carezca de horario.
- ...

La primera observación es, obviamente, la más relacionada con lo que comentaba de la crisis. Al principio me traía complicaciones serias, porque buscaba un piso que alquilar y siempre pasaba que el dueño no quería hacer contrato. Después me di cuenta de que la solución era tan simple como acordar un precio mayor por el alquiler, de manera que le compensase alquilármelo por la vía legal*. Que si, que en España también puedes encontrar a gente que alquila su casa sin contrato, pero es que aquí lo hace todo quisqui.
Esto se complementa con el hecho de que en tiendas (concretamente lo he visto en tiendas de muebles) te rebajan el precio si acuerdas no pagar el IVA. No acabo de entenderlo, pero al parecer eso les beneficia. He hablado con griegos sobre toda esta historia del dinero negro, y la explicación es que la gente ya lo hacía antes, aunque no tan generalizadamente. Obviamente, el que la gente no pagara sus impuestos tuvo como consecuencia un severo agravamiento de la crisis económica. La medida de su gobierno, que al parecer es tan estúpido como el español, fue subir aún más los impuestos. A su vez, la gente reacciona no pagándolos, lo cual ha terminado por agravar el asunto.
Finalmente, la costumbre de que todo se pague en efectivo (incluso el alquiler de las viviendas), no hace sino contribuir al caos financiero.

Imagino que si una persona declarase en público en Alemania que está alquilando una casa en negro, los alemanes le mirarían escandalizados. Pero si una persona declara en público en Grecia que está declarando a Hacienda el alquiler de una vivienda, los griegos lo llamarían tonto. He aquí un ejemplo prístino de las peculiaridades culturales que comentaba arriba.

¡Que pague Merkel!

Y es que antes consideraba a España un país poco civilizado. Pero en todo hay órdenes de magnitud, y hay que saber con qué países estableces la comparación. Otro ejemplo de la actuación del pueblo ante su gobierno es la ley anti-tabaco. En España se impuso con retraso con respecto al resto de Europa. Pero al día siguiente de que entrase en vigor, ya no había gente fumando en los bares. En Grecia también existe esta ley, pero nadie le hizo caso, nunca. Al día siguiente de que entro en vigor, todo siguió como si nada.

Luego está la forma en que conducen. Los griegos son personas muy calmadas hasta que se suben a un coche o a una moto, y entonces es como si su casa estuviera en llamas y tuvieran que ir corriendo a apagar el fuego. No en vano, tienen el índice de siniestralidad en tráfico más alto de Europa.

La despreocupación y desorganización son lo que ha caracterizado, pues, mi primera impresión. Parecería que todo es negativo, mas para ser justo habría que decir que también hay puntos positivos. Principalmente, la belleza de la isla y la amabilidad de los griegos que he conocido. Pero eso ya no forma parte del shock inicial, viene luego, y se comentara en su debido momento.

Los recortes y aumentos de impuestos son
causa, ¿y a la vez consecuencia?

*Además de que no me arriesgaría a jugar con evasiones de impuestos en otro país, resulta que como trabajador en el extranjero recibiré dinero de vuelta en mi declaración si declaro un alquiler. Vamos, que me compensa pagar ese extra.