Fui a dar una charla en la facultad de física. Era la primera vez que me enviaban a dar una charla a otra universidad, y también la primera vez que tenía que hablar tanto tiempo como una hora entera. Sin embargo, me salió bastante bien, no me puse nervioso y al parecer la gente me entendió. Creo que la clave fue que no lo hice muy complicado, sino que lo expliqué a un nivel bastante elemental, de forma que tenía control sobre lo que decía.
Me hicieron preguntas que no supe responder, pero baaah, qué más da. Se me perdona por ser estudiante de doctorado.
Eso fue el viernes, después me quedé a pasar el fin de semana con mi colega Javi, ex-compañero de la universidad, que está allí haciendo el doctorado también. Me estuvo enseñando la ciudad, que he descubierto que es más bonita de lo que esperaba. Incluso me gusta más que Barcelona, aunque no tenga los edificios llamativos y cosas "chic" que tienen aquí, parece un lugar muy agradable. Entre otras cosas, tiene muchos parques y zonas verdes. Concretamente, está el cauce por el que pasaba el río Turia, que ahora está seco. Atraviesa la ciudad partiéndola por la mitad y está todo lleno de parques y zonas de juego. Es genial.
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Valencia es la tercera ciudad en importancia de España. Tiene unos 800.000 habitantes, que es más o menos la mitad de los que tiene Barcelona. La foto de arriba es de la Plaza de la Virgen, que es famosa por ser central en la celebración de las fallas. Aparte, hay muchos edificios históricos muy chulos, pero con los que no os quiero aburrir (porque la Historia es siempre muy aburrida, jaja).
Me gustó mucho el Parque de Gulliver, donde hay una estatua gigante de Gulliver tumbado, cuya figura forma grandes toboganes. Los niños eran como los liliputienses subiéndose sobre él. Nosotros, que somos como niños, no dejamos pasar la ocasión de tirarnos por los toboganes :D
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Pero lo que más me gustó con diferencia fue la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo futrista con museos y edificios de espectáculos. Es una pasada, merece la pena ir a Valencia ya sólo por esto. Estaba pasando entre los edificios y tenía la impresión de estar caminando por Coruscant, o Caprica, o algo así.
Está el Hemisférico, que es un cine Imax con forma de esfera, como un planetario. También el Palacio Reina Sofía, que tiene forma de casco de ciencia-ficción y acoge un teatro de ópera. También está el Ágora, para celebrar conciertos y cosas de deportes. Nosotros entramos al museo Príncipe Felipe, que tiene forma de columna vertebral y es un museo de ciencias. Como la Cosmocaixa de Barcelona, pero mucho mejor. ¡Había incluso una exposición sobre superhéroes!
El Ágora
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El Hemisférico. Al fondo, el Reina Sofía. Y a la izquierda, el Príncipe Felipe.
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Así que os aconsejo que la visitéis, que mola mucho.
