domingo, 13 de abril de 2014

Una metáfora en Juego de Tronos

La 4ª temporada de Juego de Tronos acaba de estrenarse y todos los fans estamos impacientes por ver cómo continúa la historia.

A estas alturas, está de más hablar de lo excelente que es esta serie, que se ha convertido en un fenómeno global. Pero me gustaría centrar mi atención en uno de los elementos más fascinantes para mí, aunque hasta ahora haya jugado un papel menor en la mayoría de los episodios: el hecho de que el mundo de Juego de Tronos está básicamente al borde de un apocalipsis zombi.

El ejército de los caminantes blancos

Los que están detrás de esta amenaza son una especie de seres humanoides, solo capaz de vivir en entornos muy fríos, lo cual los ha mantenido confinados en el lejano norte desde tiempos arcanos. Pero ahora se acerca un invierno terrible, y los caminantes blancos (también llamados los Otros) bajan más y más hacia el sur. Y con ellos, un ejército de muertos vivientes, pues estos seres tienen el poder de convertir cadáveres en zombis.

Por ahora, la invasión no es nada más que una amenaza que se cierne en el horizonte y nunca acaba de llegar. Pero muchos sabios y maestres lanzan sus advertencias: los Otros ya invadieron Poniente hace miles de años, y si vuelven, será el fin del mundo. Estas advertencias son ignoradas por los diversos reyes que las escuchan, tomándolas por historias tontas que ya han sido repetidas demasiadas veces. En consecuencia, nadie toma medidas para prevenir el ataque.

Así, Juego de Tronos captura la ansiedad de un desastre que se acerca a un ritmo casi imperceptible, que nunca se sabe cuándo va a llegar... ¿No os suena esto de algo?

El descongelamiento del Oceano Ártico

Esta semana fue cuando me di cuenta. No sé si será intencionado por parte del escritor G.R.R. Martin, pero funciona como una metáfora perfecta del cataclismo climático.

Pensad en ello. No dejan de aparecer reportes científicos con predicciones sobre cómo habrá cambiado el clima para finales del siglo. Y solo hay que echar un vistazo a figuras como la de arriba para tener escalofríos. Nuestros gobernantes suscriben protocolos ecológicos, solo para ignorarlos unos años después. Estamos demasiado ocupados con guerras, conflictos por fronteras políticas, competencias entre naciones...  y no queda tiempo para pensar en la Naturaleza.

La analogía se hace aún más patente por estar ligada al entorno ártico. Se dice que el deshielo de los polos rompería el frágil equilibrio de nuestro clima, y es por eso una figura central en todo este tema. Aunque es debido a un calentamiento global (así que sería lo opuesto a "Se acerca el Invierno"), pero este término suele llevar a confusión. Como he mencionado, lo preocupante no es el efecto global, sino el desequilibrio. Algunas áreas del planeta en ciertos momentos se harían demasiado frías y otras demasiado cálidas. Solo hay que leer un poco sobre este tema para imaginar los escenarios apocalípticos que pueden llegar a hacerse realidad.

Ver nuestro propio mundo desde un mundo de fantasía puede abrir nuestra perspectiva. De esta manera, he llegado a tener una sensación más profunda de lo cortos de miras que somos, de la estupidez con la que ignoramos el desastre que va a caer... quizá no sobre nosotros, pero seguro que sobre nuestras generaciones futuras. Cómo la gente desestima el cambio climático, igual que las gentes de Poniente se ríen de las leyendas de las criaturas más allá del muro. Cómo los gobiernos ignoran la defensa del medio ambiente, igual que la corte de Desembarco del Rey ignora la defensa del muro...

Por otra parte, hace décadas la ciencia-ficción imaginaba un futuro supertecnológico, pero hoy el mundo del futuro se suele imaginar como un lugar decadente. Probablemente porque nos damos cuenta de que los recursos de la Tierra son limitados y que podríamos estar dirigiéndonos a un desastre. ¿Cuándo dejarán de ser sostenibles nuestros sistemas de producción? ¿Cuándo se volverá inhabitable nuestra biosfera? ¿Cuándo estarán los desastres naturales al orden del día?...

¿Cuándo llegarán los caminantes blancos?