El Castro as Muradellas

Hola, terrícolas. Ya he vuelto de las vacaciones de Semana Santa. Aunque lo de volver es un decir, porque a casi todos los que me leéis os he visto durante estos días. Así que más bien me he ido de vacaciones. O sea, no, quiero decir que ya no estoy de vacaciones. En fin, ya me entendéis.

Aparte de hacer el vago, estuve pasando unos días en mi pueblo, San Ciprián de Hermisende. Buscad en el google maps a ver si lo encontráis. Me ha parecido blogueable comentar sobre un sitio curioso que fui a visitar, el castro as muradellas. A pesar de estar muy cerca del pueblo, nunca había ido antes.

Por si no lo sabéis, un castro es un pueblo fortificado prerromano. En este caso, es de los astures, concretamente. Las ruinas están bastante bien conservadas, mirad la foto:
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Hmmm.... parece que no se ve nada. Es lo que tiene esto de las tres dimensiones, que lo pones en dos y te confunde. He hecho un esquema de lo que hay:

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Se trata de un castro un poco particular, ya que aprovecha muy bien las defensas naturales, al estar en una posición muy bien escogida. Está situado en una curva muy cerrada del río, de forma que ya tiene cubiertos tres de los cuatro costados frente a ataques de enemigos.

El punto débil está en el cuarto costado que une "a tierra". En este lado se construyeron dos murallas, cada una de ellas complementada con otras defensas: Un foso (que ya no tiene la profundidad de antaño, claro) y muchas piedras puntiagudas clavadas en el suelo a muy poca distancia unas de otras:


Sobresalen del suelo unos 60 ó 90 cm. Así impedían el avance de caballos y ralentizaban a los atacantes. Aún a día de hoy algunas seguían bastante afiladas, revelando que en su época debían de ser muy cortantes.
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Detrás de las murallas estaban las casas en las que vivían los habitantes de esta especie de castillo. De ellas ya no queda nada, sólo se aprecian los ladrillos en el suelo que marcan dónde estaban las paredes.
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En resumen, es un sitio que vale la pena visitar, y preservar. Es un trozo de Historia. Y debe de haber muchas más ruinas y castros por ahí de los que nadie se preocupa, es una pena. Éste lo señalizaron el año pasado, y aún así es fácil perderte por el camino, porque hay pocas señales.
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Aquí estamos triunfantes tras haber escalado la muralla, jeje:

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--> Las fotos son cortesía del gran fotógrafo y pensador Lete.